lunes, 26 de octubre de 2009

Masturbación con mi amiga al teléfono

Me llamo rebeca y hace cosa de un año una amiga y yo nos fuimos de viaje a Austria unos días, donde reservamos una habitación con dos camas.

Soñaba yo placidamente en mi camita del hotel cuando un leve sonido me desperto. Era ella, mi amigua, que estaba en la cama de al lado al telefono con su novio. Estando con la luz baja, apenas se podia ver algo, pero la oia intercambiando frases llenas de erotismo y calentura. Se contaban las escenas mas calientes que se pudieran imaginar y las manos de ella subian y bajaban pos sus piernas mientras hablaba. Ella estaba bajo las sábanas, pero por la excitación fue moviendose hasta que sus miembros fueron quedando expuestos y pude ver sus manos recorriendo su piel.

Yo no despegaba la vista de ese espectaculo tan maravilloso. Alguna vez había tenido alguna experiencia con otras chicas, pero ella es mi amiga.

Me levante apoyándome sobre un codo para verla mejor. Ella pensaba que yo dormía plácidamente asi que no puso mayor cuidado en seguir con lo suyo, y a medida que fue calentandose mas y mas con la varonil voz de su chico, y fue metiendo su mano bajo la tanga para masturbarse de la manera más excitante que yo haya podido ver jamás.

Entonces se giró y me descubrió; se quedó quieta, sin saber que hacer ante la vergüenza de verse descubierta de aquel modo. Yo sólo sonreí complice. Ella se rió también y me llamo con una mano para que me acercara a oir.

Salí entonces con mi pequeña camiseta de dormir y me senté a su lado. Cuando cogí el teléfono, escuché las palabras y gemidos mas excitantes que había oido nunca, lo que me hizo ponerme muy caliente. Le devolví el teléfono diciendole en voz baja que eso me calentaba demasiado, pero ella me impidió hacerlo, sin saber todo lo que provocaba con ello.

Entonces le dije: Pon así el telefono. Colocándolo entre las dos orejas para que ambas oyeramos. ¿Te importa si hago lo mismo que tu? Ella negó con la cabeza y de pronto estabamos allí las dos masturbandonos y cada vez más calientes y húmedas escuchando a su novio.

De pronto, al movernos cada una, como parte de las cosas que haciamos para disfrutar más nuestra masturbacion, nuestras piernas comenzaron a rozarse.
Yo acariciaba mi vulva con mis dedos y me giraba para verla hacer lo mismo. Apoyé mi cabeza en su hombro mientras ella cogía el teléfono de nuevo para decir su parte en el juego erótico. Entonces fue cuando yo acerqué mis labios a sus hombros para comenzar a besarlos.

Se giró a mirarme como diciendo no, pero yo continue. Ya con mas libertad, fui bajando de sus hombros a su pecho, y ya no tuve fronteras; comencé a besar sus tetas y como ella no me lo impidió, le quité el sujetador para poder suparlas y succionar y mordisquear sus duros pezones. Entonces ella abrió y yo me puse entre ellas para seguir lamiendo todo su cuerpo.

Las palabras que comenzó a decir fueron cada vez mas fuertes, haciendo que a su chico seguramente le encantara de lo que oia. Mi boca bajó de sus tetas a su vientre y de allí a su tanga, el cual comencé a mordisquear sintiendola a ella entregada finalmente a mis deseos gracias a la voz de su novio que la calentaba tanto.

Con mis dedos moví su tanga, descubriendo su coño, el cual comence a lamer. Continue recorriendo su sexo, acariciando su clítoris con mi lengua, e introduciendo mis dedos en su vagina cada vez con más brusquedad. Ella comenzó a gemir mas fuerte al sentir mi lengua y mis manos y a los pocos minutos la sentí estallar en un orgasmo.

Después que que ella se corriera, me quede abrazada a sus piernas mientras ella se despedia de su chico, y tras colgar el teléfono me acarició el cabello diciendome: Putita, eres una chica muy mala; ahora te voy a castigar.

Yo sonrei levemente y le dí un suave beso en los labios. Ella correspondió a mi beso y con sus brazos me tumbó en el colchón. Ahora te vas a enterar, me dijo y fue acariciando mi pecho, apretándome las tetas para luego llevar sus dedos llenos de su flujo bajo mi tanga para comenzar a masturbarme.

Yo no paraba de gemir como una perra en celo sintiendo sus dedos frotandome el coño de esa estupenda. Al poco tiempo me corrí, moviendome y gritando como una posesa.

Al terminar, quedamos abrazadas de la manera mas cariñosa y nos quedamos dormidas alli minutos mas tarde.

Después de eso, solemos hacer escapadas juntas para rememorar aquel gran días, así que, como ella sigue con su novio, supongo que somos amantes.

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